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El viaje está a punto de comenzar. Con el equipaje preparado nos dirigiremos al aeropuerto con tiempo de sobra para llevar a cabo todos los trámites necesarios. Nos montaremos en el avión que nos llevará hasta Berlín. Una vez allí te trasladarás al hotel seleccionado donde podrás descansar o tal vez dar un paseo por la ciudad.
Durante estos días tendremos tiempo para conocer lo más interesante de Berlín. Amaneceremos y nos prepararemos para salir a la calle. En Berlín hay mucho que ver pero hay varios monumentos que son imprescindibles. Uno de ellos es el conocidísimo Muro de Berlín. Un paseo a lo largo de esta histórica pared donde los hitos históricos y el arte son los protagonistas. La puerta de Brandeburgo es otro de los imperdibles en este viaje. Este arco está situado en el centro de la ciudad, ni más ni menos que en la plaza de París, una de las más concurridas por los turistas y los propios berlineses ya que muy cerca se encuentra el inmenso parque de Tiergarten y por el otro lado la avenida Unter den Linden. Muy cerca de la plaza París se encuentra el Monumento a los Judíos de Europa asesinados en el Holocausto, un lugar de culto y sobrecogedor, interesante arquitectónicamente e históricamente. La isla de los Museos tal vez sea otra de las paradas que hay que hacer, pero una vez aquí hay que planificarse bien ya que esta isla cuenta con 5 museos, todos ellos con numerosas obras que requieren su tiempo de visita. Además de estas recomendaciones Berlín, cuenta con numerosos barrios, calles y edificios que merecen la pena una visita.
Día libre para seguir conociendo a fondo la ciudad alemana.
Ha acabado este increíble recorrido por Berlín. Dirígete al aeropuerto con tiempo suficiente para los trámites de facturación. Feliz vuelo de regreso a España.
