Sobrevolar las infinitas llanuras africanas en globo, contemplar atardeceres de fuego, dormir en lodges en mitad de la sabana, las largas charlas junto a la hoguera tras una jornada de safari, contemplar entre la niebla a los gorilas de montaña y convivir y aprender de tribus como los Masai.
No hay otro lugar en el planeta que supere a África en fauna, paisajes salvajes y tradiciones ancestrales.
Que el viajero se prepare para enamorarse de ella.
